Emoción en las aulas

Hoy terminan las clases en mi facultad hasta el 14 de diciembre. Durante estas dos semanas, aquellos que tengan exámenes (como yo u.u) pues tendrán que hacerlos, los que no tengan nada que hacer pues tienen dos semanas libres. Este período es llamado Semana Blanca, pero puesto que son unos 18 días, no entiendo lo de semana...

Hoy solo tenía clase de 8 a 10 y desde ayer estoy resfriada, así que no me apetecía nada levantarme a las 6 para terminar pronto, pero varias personas me convencieron para que fuera, así que fui.

A las 10, cuando terminó la clase, salí al pasillo, mientras me sonaba la nariz (consecuencia de mi querido resfriado) no té que un grupo de compañeras me rodeaba. Pensé que tal vez estaban esperando a que yo les dijera algo sobre algo, pero no recordaba que tuviera que hablarles de nada, así que me empecé a poner nerviosa. Entonces, Laury sacó un sobre y me dijo que entre unos cuantos de la clase, habían decidido regalarme algo por haber desempeñado mi labor de delegada durante estos meses, así que decidieron pagarme las excursiones y el seguro del crucero, que suman 100€. No me esperaba para nada que hicieran eso, no me había percatado de nada durante estos días. Entre el resfriado y la emoción de ver los amigos tan geniales que tengo en la clase, se me escaparon algunas lagrimillas (en realidad, tenía lágrimas para sollozar, pero me contuve).

Yo sabía que tenía buenos amigos en mi clase, pero no me esperaba que llegaran hasta ese punto. Soy muy mala con las palabras y lo único que se me ocurre decirles ahora mismo es GRACIAS. Yo hago lo del asunto del delegado porque me gusta y porque sé que puedo ayudarlos, pero nunca esperaba que me regalaran algo y encima, dinero para el crucero. 

Realmente espero que llegue abril, tengo ganas de crear una verdadera amistad con todos ellos durante esa semana. Aunque también quiero quedarme en clase, porque hay gente que pagó, pero no va al crucero.

Pienso que este año va a ser genial, en lo que a amigos se refiere.

Comienza el final

Viernes 19 de noviembre, a las 16 horas en el cine de Nervión Plaza en Sevilla.

Creo que por ahora no es necesario decir nada más.

Television

Odio Canal Sur. Odio todas las tonterías que ven mis abuelos.

La tele me aburre y mucho. Solo la veo cuando estoy en alguna de las comidas del día y los lunes por la noche, cuando tengo mi cita semanal desde hace muchos años con CSI (en cualquier modalidad). Mis abuelos saben que los lunes veo esa cosa que me gusta a mí y, salva algún lunes que echan algo que a mi abuelo le puede gustar (cosa rara), no hay ningún problema. Una de mis manías con CSI es que tengo que verlo desde el principio, en el momento en el que pierdo al muerto del capítulo, ya estoy toda perdida en el capítulo.

Hasta aquí todo normal. El problema viene con la obsesión mala que tienen mis abuelos con Canal Sur. No es que simplemente le gusten. Es obsesión pura y dura. Para muestra un botón: cuando empezó todo esto de la TDT, Canal Sur fue uno de los canales que nuestra tele no cogía y mi abuela estuvo a un paso de tirarla ya que, si no veía Canal Sur, la tele no le servía para nada. Ya sé que en los 30 canales echan mierda a manos llenas, pero quería hacerles ver (principalmente a mi abuela) que había vida más allá de Canal Sur. Pues no ¬¬

Además de tener que aguantar a Juan y Medio y sus viejos, ahora mis abuelos están enganchados a Arrayán. Me faltan palabras para describir el profundo asco, disgusto, desprecio, odio... que siento hacia esa basura. Lleva 10 años en emisión y no hay forma humana de que acabe. Tenía la esperanza de que con el parón del verano, se olvidaran de esa tontería, pero por desgracia no ha sido así, siguen con el vicio. Mis abuelos todos los días dicen "la novela se está poniendo muy fea, no la voy a ver más" pero se ve que no quieren hacerme feliz, ya que todos los días, desde las 21.30 tienen puesto Canal Sur para empezar a torturarme.

Si no fuera bastante, hoy lunes en Canal Sur (cuánto amor siento hacia ese canal) echan una gala o yo que sé dedicada al flamenco porque mañana lo pueden nombrar patrimonio de la humanidad (o algo así). Soy  andaluza pero, lo siento, no llevo el flamenco fluyendo por mis venas, así que por mí como si hacen la gala el domingo, pero que me dejen los lunes tranquilos.

Rabiosa perdida me encuentro